Llegamos a las siete de la mañana a Beijing, no hemos dormido nada y estamos destrozados. Cogemos dos taxis (somos cinco) y cada taxista entiende más o menos la dirección.
Hutong
Nos alojamos en el hostel Quian Men, unos aparecemos al principio de la calle y otros casi en la puerta del hostel. (siempre taximetro, sobre todo si no sabes cuánto vale la carrera).
Nuestro hostel está genial, bien situado, limpio y con un patio interior fantástico.
Hutong
Hutong
Descansamos un poco y empezamos a tomar el pulso a la ciudad.
Nos alojamos al lado de un hutong (barrio tradicional), es un entramado de calles con casas bajas de ladrillo gris y baños comunes distribuídos en función del número de habitantes. Es una suerte que todavía se conserven estos barrios y podamos aprender de las costumbres chinas. Comparten vivienda y tienda.
Plaza de Tiananmen
Plaza de Tiananmen
La caligrafía china es un arte que se está perdiendo aprovechamos a que encontramos un experto para pedirle que escriba nuestros nombres como recuerdo, quedamos en recogerlos al día siguiente.
Plaza de Tiananmen
Primera visita a la plaza de Tiananmen iluminada y de noche ya impresiona su magnitud.
Alojamiento: hostel Quian Men, está muy bien situadao y es económico.
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