Desayunamos a las 6,30 y salimos en el 4x4 dirección Bekopaka. El trayecto es largo, unas 8 horas.
Morondava
Lo peor de todo no fue el viaje en sí, lo peor fue el comportamiento de nuestro nuevo compañero Antony. Llegó completamente borracho y eufórico, no fuimos conscientes de la gravedad de su estado hasta que de repente en medio de la nada hacía parar al conductor, hablaba solo con la mirada perdida... en fin un desastre. En el primer ferry estuvimos a punto de dejarle en tierra pero nos dio pena y pensamos se quedaría dormido y todo se quedaría en una anécdota. En realidad según pasaba el tiempo se ponía peor, hasta que llegamos al último ferry y debido a un mal entendido acerca de quien lo pagaba, perdió el control y empezó a reírse de nosotras y a faltarnos al respeto.
Le dejamos en Bekopaka y como no queríamos que viniera al día siguiente, la dueña del hostel Tanankoay nos ayudó a aclararle a Sanson que solo hablaba malgache nuestra postura.
Sanson tampoco quería continuar con él por lo que todo arreglado. Quedamos con él para al día siguiente entrar en la parte más alejada del Parque. La bebida es un gran problema en cualquier parte del mundo pero cuando el trayecto es durillo se te hace insoportable soportar a tipejos como este.
Mujer lavando en el río en Bekopaka
El alojamiento, genial, bungalows en un jardín precioso. Una duchita y cena de lujo. Nos tomamos un ron malgache entre los 3 para olvidar a Antony.
Alojamiento: Tanankoay bungalow 2 pax de 40.000 a 70.000 Ar (sin /con baño)
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